"El obsceno pájaro de la noche", José Donoso
"No sabía cuál era la realidad, la de adentro o la de afuera, si había inventado lo que pensaba o lo que pensaba había inventado lo que sus ojos veían. Era un mundo sellado, ahogante, como vivir adentro de un saco tratando de morder el yute para buscar una salida o darle una entrada al aire y ver si era afuera o adentro o en otra parte donde estaba su destino, beber un poco de aire fresco no confinado por sus obsesiones, dónde comenzaba a ser él y dejaba de ser los demás...Por eso el dolor, el mordisco necesario para salir, o para dejar entrar el aire".
Comentarios
Publicar un comentario