MARIA MAGDALENA
Es solamente en 1969 que el Vaticano ha anulado esta interpretación (de María Magdalena como prostituta) sin excusa alguna o declaración oficial, en gran parte a causa de las presiones provenientes del interior de la Iglesia, y también, se dice, de las feministas.
Entonces afirmamos que no solamente nunca fue prostituta, sino que además es una heroína, una santa, una mujer Autorrealizada, la discípula favorita y, a la par, la mujer del Venerable Maestro Aberamentho.
Una mujer divina y a la vez muy humana.
Todos los especialistas, los teólogos y los expertos, dentro y fuera de la Iglesia Católica, creen generalmente ahora que María Magdalena fue extremadamente maltratada en el curso de los siglos.
María Magdalena es un símbolo de arrepentimiento y de muerte psicológica.
Ella representa también la feminidad, el amor, la humildad, la fidelidad, el coraje, la visionaria, la misionera.
Es, asimismo, la que hace milagros, la que está desbordante de fe al pie de la cruz, la mensajera de la resurrección, una discípula fundadora del cristianismo a quien el Cristo Jesús ha confiado la misión de expandir la buena nueva.
Ella es un símbolo de fuerza y de coraje, ya que dice a los apóstoles estando ellos afligidos: «No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá.
Antes bien alabemos su grandeza…».
Ella sufre más que todos ellos, y es gracias a su fuerza, a su grandeza, a su sabiduría del corazón que puede decir todo esto.
Ella ungió al Cristo antes de la resurrección.
Si María Magdalena es considerada sagrada, la mujer es sagrada, y por tanto la sexualidad es sagrada.
El Cristo Jesús dijo: «Ella es el reino de Dios» Él dijo también:
«María, bendita eres, a quien perfeccioné en todos los Misterios de lo Alto.
Habla abiertamente porque tu corazón es elevado al Reino de los
Cielos más que todos tus semejantes».
Y dijo: «Porque tú eres bendita entre todas las mujeres de la Tierra y porque serás la plenitud de todas las plenitudes y la perfección de todas las perfecciones».
El Venerable Maestro Samael Aun Weor nos dice: «María Magdalena resplandece y resplandecerá terriblemente divina.»
Hay que venerarla, estudiarla, comprender su papel, aunque hayamos sido educados en otra religión ajena al cristianismo, por dos grandes razones.
Ella es un Gran Maestro, una mujer Cristificada, discípula y apóstol del más grande Maestro de nuestro Cosmos, Yeshuá Ben Pandira .
Es un deber conocer a todos los Maestros de las diferentes tradiciones de la Logia Blanca, pues están ahí para ayudarnos y porque son ejemplos vivos a seguir.
La otra razón es que hemos de conocerla como parte autoconsciente de nuestro Ser, esa parte que nos ayuda en el arrepentimiento de uno mismo.
Eso es todo.
Samael Aun Weor
Paz Inverencial
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