Prometheus...
Uno de los aspectos de la película que más la relaciona con la idea de que los extraterrestres fueron quienes sembraron la vida en la Tierra es la primera escena. En ella aparece uno de estos seres extraterrestres, denominados como los “ingenieros” por los arqueólogos terrestres, de pie al borde de una gran catarata. El “ingeniero” abre una pequeña caja, bebe un líquido y empieza a desintegrarse. Sus restos caen en la catarata.
Según Ridley Scott, este es un ritual a través del cual los “ingenieros” siembran la vida en los planetas a los que viajan, el líquido hace que su cuerpo se desintegre y se una a la materia orgánica del planeta, años después esta sustancia generará vida:
“…La secuencia al inicio del film es fundamentalmente creación. Es una donación, en el sentido que el peso y la construcción del ADN de estos extraterrestres está más allá de lo que podemos imaginar. Puede ser cualquier lugar, o cualquier planeta. Todo lo que está haciendo (el ingeniero) es actuando como un jardinero en el espacio. La planta es la vida, de hecho, es la desintegración de sí mismo.”
La idea de que un organismo extraterrestre podría haber llegado a la Tierra para sembrar la vida fue explorada por el Premio Nobel de Medicina y co-descubridor del ADN, Francis Crick, bajo el nombre de Panspermia.
El problema es que en la película nos enteramos que los “ingenieros” pensaban destruir a la humanidad. Mientras la expedición de la nave Prometheus explora el planeta de los “ingenieros”, el androide David descubre que estos seres extraterrestres pensaban regresar al planeta Tierra (alrededor del año 93 d.C.) equipados con una letal arma biológica. La pregunta que muchos se hacen es ¿por qué estos seres querían destruirnos si fueron ellos quienes nos habían creado? La respuesta la tiene el director Ridley Scott:
“Si miras al escenario de nuestros hijos se están portando mal, hay momentos en los que parecía que estábamos fuera de control, corriendo con faldas y armaduras, me refiero por supuesto al Imperio Romano, y se les dejó hacerlo por casi mil años, y puedes decir, ‘enviemos a uno de nuestros emisarios para ver si puede detenerlo’. Y adivina, lo crucificaron.”
Quedó claro, para Ridley Scott y compañía, Jesucristo fue un extraterrestre. Fue uno de los “ingenieros” enviados a la Tierra para enseñarnos el camino y nosotros, tan civilizados, no tuvimos mejor idea que crucificarlo.
Si los “ingenieros” son o no son los Anunnaki o si Jesús fue también un Anunnaki no es lo más importante.
Para todos los que no estamos de acuerdo o no estamos satisfechos con la historia como nos la han contado, la película “Prometheus” es un pequeño triunfo que nos indica que cada vez más personas están dudando de la version convencional de los historia del mundo antiguo. Es un gran paso adelante que la película “Prometheus” se adhiera abiertamente a la teoría que sostiene que la vida en la Tierra fue creada por seres extraterrestres y que, además, apoye indirectamente la idea de que los sumerios probablemente tuvieron contacto con civilizaciones extraterrestres.
“Prometheus” nos ha devuelto a las preguntas trascendentales de la vida pero desde una perspectiva que no está encadenada a ninguno de los paradigmas de turno. Ridley Scott asegura que la secuela de “Prometheus”, si se hace, tratará de responder a esas preguntas:
“Bueno, desde el inicio, yo estaba trabajando con una premisa que me llevaba a una secuela. Realmente no quiero conocer a Dios en la primera parte. Quiero dejarlo abierto a Elizabeth Shaw cuando dice ‘No quiero volver al lugar de dónde vine, quiero ir al lugar del que ellos vinieron’ .”
¿Quién nos creó? ¿por qué estamos aquí? o ¿quién es dios? son reflexiones que nos regala “Prometheus” si logramos mirar más allá de los efectos visuales, las explosiones y las acrobacias de acción.
El robot David interpretó una melodía en una pequeña flauta y logró activar la nave de los “ingenieros”, tenemos la esperanza que la melodía que escucharán a continuación tenga el mismo efecto en sus mentes. Esta melodía pertenece al año 1,400 a.C. y se encontró escrita en unas tablillas de barro en la antigua ciudad siria de Ugarit. Su nombre es “Himno Hurriano No 6” y es la composición musical escrita más antigua que conocemos.
Esta versión del “Himno Hurriano No 6” arreglada para piano y orquesta es interpretada por Malek Jandali y la orquesta sinfónica de Siria en la Casa de la Opera de Damasco en el 2010.Aparentemente, la melodía representa el lamento de una mujer infértil a la diosa luna tratando de entender porque la ha abandonado. A estas alturas del camino se nos hace casi imposible entender la relación primigenia que existía entre el hombre y los dioses en el mundo antiguo...
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