NO DEJEN LLORAR A SUS BEBÉS POR LAS NOCHES.
La abuela siempre nos contaba historias que a lo largo de su vida había ido acumulando, muchas de ellas como experiencias propias. Fue conocida en el pueblo por sus dotes de curandera y todos acudían con ella para que curara a sus hijos de " empacho ", " espanto " y " mal de ojo ".
Entre los muchos consejos que nos daba, nos decía siempre con mucha seriedad:
" Un bebé es lo más parecido a un alma pura, un ángel encarnado. Si estando embarazada oyes a tu bebé aún no nacido, llorar dentro de tu vientre, no se lo cuentes a nadie, porque este pequeño viene con dones de sanación o de adivinación, si lo haces tu niño no desarrollará sus dones y siempre padecerá de dolores de cabeza y será muy sensible a recibir los malos aires ".
Los bebés, sobre todo los recién nacidos, tienen un llanto muy especial, que puede ser escuchado más allá de este plano, y es que su ( mollera ), aún no se cierra y su llanto hace eco más allá de este mundo, por todo esto, no dejen llorar a los bebés por las noches, ya que puede atraer a seres y entes que atraídos por la pureza de su alma se acerquen a él, ya que sobre todo éstas malas energías se manifiestan por las noches.
Puede atraer a las brujas, que busquen chupar su energía vital para mantenerse jóvenes, también podría atraer a los duendes o chaneques, que vengan a llevárselo para jugar con él y perderlo en su mundo, nahuales y hasta a la mismísima llorona.
Si el bebé aún no es bautizado, estará más vulnerable ya que en el bautismo protegen su " carisma ". Mientras tanto coloquen las tijeras abiertas bajo su almohada, coloquen guirnaldas de ajos en las puertas, coloquen un hilo rojo en su muñeca izquierda y un ojo de venado colgando de su ropita.
Pero ante todo, no los dejen llorar mucho tiempo, en cuanto empiecen a llorar, atiéndanlos de inmediato, carguen y arrullen a sus bebés, cambien los pañales o denle de comer, lo que necesite pero nunca, nunca dejen llorar a sus bebé por la noche.
Créditos al autor.
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