25, Abr, 14.

"No busco respuestas, busco preguntas.

Hay cierto placer en la incertidumbre, en ese no saber.

Por eso no hay pregunta tonta, porque es en la niñez

donde se hacen las preguntas más sabias aunque

para muchos adultos lleguen a sonar absurdas.

Tal vez ese es mi problema: pensar demasiado,

preguntar demasiado, soñar demasiado, navegar demasiado.

¿Se sabe la historia del hombre que se enamoro de una nube

o la mujer que se convirtió en un pez? ¿No? Bueno, no me extraña,

son historias que deje inconclusas, debería retomarlas.

A veces estos seres imaginarios parecen tener más vida

que los seres de carne y hueso que me encuentro allá afuera.

Creo que al final son las preguntas lo más valioso en la vida,

las que nos acercan a la verdad, nuestra verdad, pura y dura.

Quien deja de hacer preguntas mata al niño que lleva dentro".

—El atrapador de preguntas con alas,