HISTORIA, IBEROAMERICA
San Martín, Inglaterra y el oro peruano.
Los cálculos mas aproximados arrojan la escalofriante cifra de DOS BILLONES DE EUROS el valor de las reservas de oro y plata que había en las haciendas reales de España en iberoamericana, de las que se apodero Inglaterra gracias a Simón Bolívar y San Martín. La riqueza del imperio ingles no se hizo a través del comercio con las indias sino del saqueo al imperio español tras el paso de Carlos IV y su hijo Fernando VII
San Martín asumió el 3 de agosto de 1821 el mando y el poder del Perú con el título de ‘Protector’. Renunció al protectorado del Perú el 20 de septiembre de 1822. Su gobierno duró, por lo tanto, un año, un mes y diecisiete días.
¿Cuáles fueron los actos más significativos de su gobierno?
1. Lord Cochrane (inglés), el jefe de la flota, se apoderó de todos los fondos del gobierno peruano (Tesoro de la Real Hacienda), y de fondos particulares de Lima, que San Martín había resguardado en los buques peruanos Jerezana, La Perla y La Luisa ‘para evitar que cayeran en poder de las fuerzas realistas en caso de que éstas tomasen la ciudad de Lima’.
Sin entrar a considerar justificaciones, explicaciones o excesos, tenemos lo siguiente: tan inmensa cantidad de caudales colocados en tres buques fueron fácil presa de Lord Cochrane, quien parte inmediatamente hacia Londres. Ocurrió lo mismo que en Buenos Aires en 1806, donde Beresford embarca el Tesoro de la Real Hacienda (40 toneladas de oro amonedado) en el navío Narcissus con rumbo a Londres. Es lo mismo que sucedió en Potosí, donde Pueyrredón asalta y destruye la Casa de Moneda (agosto de 1811), enviando a Buenos Aires un millón de piezas de plata que el gobierno entrega por títulos de crédito a comerciantes británicos, que lo envían a Londres. En 1822 los británicos se apoderan de doce toneladas de oro amonedadas en Sant Fé de Bogotá (ahora Colombia). Coetáneamente acontece lo mismo en Guatemala (América Central Unida) y México.
– Dr. Julio C. González, La involución hispanoamericana
Almirante Lord Cochrane.
Comentarios
Publicar un comentario