"El tejido del cosmos" de Brian Greene.

 

Imagine que yo construyo una máquina del tiempo y viajo diez años al futuro. Tras un rápido almuerzo entro al cibercafé mas más cercano y me conecto en línea para ver qué progresos se han hecho en teoría de cuerdas. Y me encuentro con una magnífica sorpresa. Leo que todas las cuestiones abiertas en teoría de cuerdas han sido resueltas. La teoría ha sido completamente desarrollada y utilizada para explicar todas las propiedades de las partículas desconocidas. Se ha encontrado evidencia incontrovertible de las dimensiones extras, y se ha confirmado las predicciones de partículas supersimétricas asociadas - sus masas, cargas eléctricas y demás - en el gran Colisionador de Hadrones. Ya no hay ninguna duda: la teoría de cuerdas es la teoría unificada del universo. Cuando profundizo un poco más para ver quién es el responsable de estos grandes avances, tengo una sorpresa mayor. El artículo fundamental fue escrito un año antes por no otra persona que mi madre. Quedo conmocionado. No pretendo ser irrespetuoso: mi madre es una persona maravillosa, pero no es científica, no puede entender por qué alguien sería un científico y por ejemplo, sólo leyó unas pocas páginas del Universo elegante antes de dejarlo, diciendo que le daba dolor de cabeza. De modo que, ¿Cómo diantres podía haber escrito el artículo clave en teoría de cuerdas? Bien, leo su artículo en línea, me desconcierta el razonamiento sencillo pero profundamente intuitivo, y veo que al final ella me agradece los años de intensa formación en matemáticas y física después de que un seminario de Tony Robbins le persuadiera para superar sus temores y seguir a su física interior. Vaya, pienso yo. Ella se acababa de matricular en ese seminario cuando yo me embarqué en mi viaje al futuro. Mejor será que me vuelva a mi propio tiempo para empezarbla formación.

Bien vuelvo al tiempo y empiezo a instruir a mi madre en teoría de cuerdas. Pero eso no va bien. Pasa un año. Luego dos. Y aunque ella lo está intentando arduamente, no lo consigue. Empiezo a preocuparme. Seguimos con ello durante otro par de años, pero el progreso es mínimo. Ahora estoy realmente preocupado. No queda mucho tiempo para la supuesta fecha de aparición de su artículo. ¿Cómo va a escribirlo? Finalmente tomo una gran decisión. Cuando leo su artículo en el futuro, deja tal impresión en mí que lo recuerdo claro como el día. Y así, en lugar de que ella lo descubra por sí misma - algo que está pareciendo cada vez menos probable - le digo lo que tiene que escribir, asegurando que ella incluye todo exactamente como yo recuerdo haberlo leído. Ella envía el artículo, e inmediatamente pone en ascuas al mundo de la física. Todo lo que yo leo durante mi estancia en el futuro llega a suceder.
Ahora he aquí la cuestión enigmática. ¿Quién debería recibir el crédito por el artículo fundamental de mi madre? Yo no debería. Yo conocí los resultados leyéndolos en su artículo. Pero ¿Cómo puede recibir mi madre el crédito, cuando ella escribió sólo lo que yo le conté? Por supuesto aquí no se trata en realidad de crédito - se trata de la procedencia del conocimiento, las nuevas intuiciones y la nueva compresión que presenta el artículo de mi madre -. Aparentemente, en un mundo que permite el viaje en el tiempo tanto hacia el futuro como hacia el pasado el conocimiento puede materializarse a partir del aire. Auque no es tan paradójico como impedir el propio nacimiento, es decididamente extraño.
¿Qué deberíamos hacer con tal paradoja y extrañesa? ¿Deberíamos concluir que aunque el viaje al futuro está permitido por las leyes de la física, cualquier intento de regresar al pasado debe fracasar?

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