27 Febrero 2021 LLOD y ACR
Ese día, en la casa abandonada tratamos de entrar por la puerta principal, pero no se podía abrir uno de mis amigos encontró una ventana abierta en la parte de atrás de la casa y pensó les daré un susto abriéndoles la puerta.
Mientras tanto el amigo que se metió solo a la casa la cual estaba oscura y con escasa luz, sintió miedo, ya que la penumbra del lugar daba miedo, encontró una vela y se alumbró con ella.
Miro un sótano y se introdujo en él a pesar la vela se veía tenebroso, con telarañas y muebles viejos, se escuchaban como quejidos, y volteaba a todos lados tratando de encontrar de donde venían los quejidos.
Más y más miedo sentía, se arrepentía de haber entrado en ese sótano, por detrás de él sintió la presencia de algo o alguien, le tocaron el hombro con una mano y se paralizó de miedo, que no se podía mover para voltear.
Cuando por fin volteo y levanto la vela un ser demoníaco con una cara aterradora estaba frente a él, y la mirada profunda de ese ser le penetro hasta el fondo de su alma.
Los amigos continuaban queriendo abrir la puerta, cuando de pronto esta se abrió y todos pegaron un brinco de miedo, pero era su amigo que estaba adentro y le abrió, todos preguntaron asombrados como le hiciste para entrar.
Cuando escucharon quejidos que venían del sótano, uno de ellos fue a investigar, como no pudieron prender la planta eléctrica continuaba oscuro, hasta el frío aumentó, sentía tanto miedo.
Cuando de pronto el ser demoniaco se le fue encina y lo mordió por todo el cuerpo al llegar sus otros amigos solo encontraron el cuerpo despedazado de su amigo, y no había nadie más.
El miedo los invadió, las tres mujeres que iban de inmediato dijeron vámonos de aquí, todos corrieron a la puerta, misteriosamente, no se podían abrir. Comenzaron a arrojar cosas a las ventanas pero los vidrios nunca se rompieron, el amigo que entró primero a la casa, apareció flotando por el aire con cara diabólica y con voz infernal les dijo ninguno saldrá de aquí.
Uno a uno fuimos arrojados por el aire, con una fuerza avisamal que nadie podía explicar, todos perdieron la vida, mientras el amigo poseído con una sonrisa diabólica murmuró “ hasta la próxima visita”
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