El desencanto y su efecto domino.

 

Es el arrancarse de la realidad, es miedo son historias inconclusas, deseos sin satisfacer. Son sueños perdidos.

(...)La repetición como un sueño casi inteligente ¿Cuántas certezas matizan el desencanto?

¡Los narcóticos buscan superar algo en mí! en la misma elección que el cine y los libros en aquello que para algunos es arte. ¡Solo en esta línea se podría entender a quien usa drogas! (Ceder por la suave).

Me gusta emplear fuertes estimulantes y depresivos con sus respectivos efectos secundarios destructivos, hay quienes utilizan otras que en apariencia son más nobles, el café y la leche... Y toda esa mierda deliciosa que vende el capitalismo, pero no lo son, no son nada nobles.

Cuando se les abre la puerta entran en busca de su cometido, resultan tan destructivas como las que no tienen licencia. Una vez dentro corrompen y alimentan caos...

Es el arrancarse de la realidad, es miedo son historias inconclusas, deseos sin satisfacer. Son nuestros sueños (Así el obeso encuentra un refugió entre fajas maravillosas, un refugio putrefacto) La idea latente del cuerpo perfecto azuzando al niño. (Así el cocinero sin talento prepara un gran platillo en un sartén de 15 mil bolas) El niño azuzando a la idea latente por una vida “feliz". (Así la mujer que golpea a sus hijos regresa a casa con la tranquilidad de confesarse con el sacerdote) La mamá del amigo imaginario anhelando el cielo.

Con qué sustancia logre anular sus sentidos da lo mismo: lo efectivo es la anulación. ¿Cuántas cabezas ruedan por la anulación de un deseo insatisfecho?

La vida la muerte...

El desencanto y su efecto domino.

—Senoirb.