Charles Bukowski | Cartero (fragmento)

 " Le señalé dónde tenía que firmar y le di un bolígrafo. Miré sus tetas y el resto de su cuerpo y pensé, qué pena que esté chiflada, qué pena, qué pena.

Me devolvió el bolígrafo y el papel firmado con un simple garabato.. Abrió la carta y empezó a leerla mientras yo me disponía a irme. Entonces se cruzó delante mío en la puerta, con los brazos extendidos. La carta estaba en el suelo.
– ¡Obseso, obseso, obseso! ¡Ha venido aquí para violarme!
– Mire, señora, déjeme…
– ¡SE LE VE LA MALDAD ESCRITA EN LA CARA!
– ¿Cree que no lo sé? ¡Ahora déjeme salir!
Con una mano intenté apartarla a un lado. Me clavó las uñas en una de las mejillas. Solté la saca, se me cayó la gorra, y mientras me ponía un pañuelo para limpiarme la sangre, ella me lanzó otro zarpazo y me rasgó la otra mejilla.
– ¡TU, ZORRA! ¿¡QUÉ COÑO PASA CONTIGO!?
– ¿Lo ve? ¿Lo ve? ¡ES USTED UN MANIÁTICO!
Estaba pegada a mí. La agarré por el culo y pegué mi boca a la suya. Notaba sus tetas pegadas contra mi cuerpo. Ella apartó su cabeza hacia atrás.
– ¡Violador! ¡Violador! ¡Maníaco violador!
Bajé con mi boca y agarré una de sus tetas, luego pasé a la otra.
– ¡Violación! ¡Violación! ¡Me están violando!
Tenía razón. Le bajé las bragas, luego me desabroché la cremallera y se la metí, luego la llevé en volandas hasta el sofá. Caímos sobre él.
Levantó sus piernas bien alto.
– ¡VIOLACIÓN! –gritaba.
Acabé, me abroché la cremallera, recogí el correo y salí, dejándola mirando lánguidamente el techo".

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