Es solamente en 1969 que el Vaticano ha anulado esta interpretación (de María Magdalena como prostituta) sin excusa alguna o declaración oficial, en gran parte a causa de las presiones provenientes del interior de la Iglesia, y también, se dice, de las feministas. Entonces afirmamos que no solamente nunca fue prostituta, sino que además es una heroína, una santa, una mujer Autorrealizada, la discípula favorita y, a la par, la mujer del Venerable Maestro Aberamentho. Una mujer divina y a la vez muy humana. Todos los especialistas, los teólogos y los expertos, dentro y fuera de la Iglesia Católica, creen generalmente ahora que María Magdalena fue extremadamente maltratada en el curso de los siglos. María Magdalena es un símbolo de arrepentimiento y de muerte psicológica. Ella representa también la feminidad, el amor, la humildad, la fidelidad, el coraje, la visionaria, la misionera. Es, asimismo, la que hace milagros, la que está desbordante de fe al pie de la cruz, la mensajera de la