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 Derechos de autor : Alex Moralex Gómez

Bañarnos en la noche en el río era nuestro mayor anhelo, cada que salíamos a vacaciones ir a la finca del tío, cerca al río que más podíamos pedir, cada fin de año igual, contábamos historias de terror fumar cigarrillo a escondidas de nuestros padres, estábamos en esas cuando escuchamos a un niño llorar un llanto tan fuerte que pareciera estar al lado nuestro, al comienzo pensamos que algo pasaba con un bebé, pero al recorrer el lugar en busca de aquel niño nos dimos cuenta que no era nada, corrimos como alma que lleva el diablo para la casa, contamos a nuestros padres y al tío, no le dieron importancia al asunto, nosotros en el día bajamos pero con cierto temor lo de la noche anterior fue algo tan real que todos sabíamos que había pasado, en la noche nos armamos de valor y volvimos al río, en esta ocasión vimos a una mujer lanzando a un niño o bebé al río corrimos al lugar pero no había nadie, aún así se seguía escuchando el llanto de un bebé, se nos erizo la piel y corrimos de nuevo a casa, en esta ocasión mi padre y mi tío se preocuparon y bajaron con nosotros al río, efectivamente allí se escuchaba el llanto, ellos dos buscaron por todos lados pero nada pudieron encontrar, volvimos a casa y a la mañana siguiente mi tío preguntó en una casa más arriba del río que podría ser aquello, le contaron que hace algunos años hubo una mujer que ayudaba a las mujeres que no querían tener a sus niños a abortar, esta les aseguraba que los niños morían al sacarlos, pero la verdad es que las mujeres la descubrieron tirándolos al río vivos, aquellas que habían usado sus servicios nunca mas volvieron pero nunca quisieron decir quien era, pero un día cualquiera mi tía abuela amaneció ahogada con una roca amarrada a la cabeza la habían tirado al río , todos dicen que ella es la mujer de los abortos, se supo después de esta muerte que hubieron 4 abortos más, así que la tía abuela había muerto inocentemente, se dice que los niños claman venganza al igual que el alma de mi tía abuela.